7 jun 2009

Gracias A Dios Por Lo Malo...


No se trata de algún despertar psicodélico religioso, no toy en LSD ni nada de eso, sencillamente llegué a un punto en mi vida en el cual, muy en mi contra, explotó mi lado filosófico y me reencontré con él una vez más, esta vez no con ideas abstractas, se trata de una realidad y contra eso no se puede luchar, solo hay que verla por la sencilla razón que así es y ya…

Si, es un hecho, de hecho que esta puta depresión en la que me encuentro pasó gracias a algo, ahora entiendo lo que quería decir una frase que alguna vez escuché y me pareció una inmensa estupidez sin sentido: “Gracias a Dios por lo malo”, algún fanatismo religioso, en aquel entonces pensé, cuando quiera que fue, algo totalmente abstracto para mi; ahora lo veo claro, porque lo vivo. Explico: perdí lo que más he querido en este mundo, amistad, amor puro, intenso, salvaje, lo mas rico que se pueda pedir, sentir y saber: la perfección. Nunca antes había sentido eso. Sentí (y aún siento) lo miserable, porquería e indescriptiblemente mal que se siente y se vive perderlo, no hay palabras que describan el “hueco” en el que uno se estanca al extraviar, sencillamente la vida pierde todo norte al no tener más esa perfección de amor. Al pasar este estado de depresión comienzo a replantearme todo aspecto de mi vida y caigo en cuenta que en realidad nada importa, no me importa nada, nada aquí en la tierra sirve, no el dinero, no lo material, no las fiestas, no nada (lo dice la persona que antes de enamorarse y perderlo creía que lo material era una parte importantísima en la vida –nunca todo, pero si importante-), nada, solamente el individuo como tal es lo único que puede salvarte de este asunto terrenal en el que estamos encerrados, todo por medio de este dude que la gente le encanta llamarlo de mil formas: sip, ese mismo. Dios. Lo cual convierte la situación en un triangulo algo abstracto: el yo interno, el externo y Dios. “Gracias a Dios por lo malo”. Nunca me cansaré de repetirlo, ahora que lo entiendo. Creer esto me costó perderla, me costó lo más perfecto a lo que se puede llegar en la tierra; el cielo en la tierra; la integración en perfecta armonía de ese triángulo que mencioné antes. Al menos creyendo y sabiendo esto tengo la esperanza de tenerla de nuevo, sería el cielo en la tierra, la perfección; de nuevo. “No se trata de vivir el pasado, es quererla a mi lado…” (dice una canción de Caramelos De Cianuro). “Gracias a Dios por lo malo”, gracias a Dios porque me hizo ver lo importante de la vida; por apartar lo malo y en eso desgraciadamente lo bueno, supongo ese es el precio. ¿Lo importante?: Él, yo, mi relación con Él, que se jodan los demás y lo que opinen de mi, se trata de lo que puedo hacer para mejorar mi entorno y todo lo posible por medio de Dios, se trata de mejorar espiritual, filosófica, y terrenalmente como un todo, y como siempre por medio de Dios, eso es sin duda lo mejor que se puede hacer para salvar el planeta, comenzar del núcleo, nosotros mismos, siempre teniendo en cuenta a Dios: sin Él nada es, por Él todo es…

No hay comentarios: