
Me enseñaste a quererte y a vivir contigo pero no me enseñaste a hacerlo sin ti. Gracias. Si, gracias. Por una vez más hacerme caer en cuenta que el mundo está lleno de mierda, que no se puede confiar en nadie, por hacerme ver que soy burda de ingenuo, por volverme un llorón de mierda a través de un blog, por convertirme en un patético cabròn que no confía en nadie, por dejar de preocuparme por los demás (como todo el mundo), gracias por convertirme en una persona más y me hiciste dejar de ser yo, el bicho pana, medio tonto pero pana al fin y convertirme en, algo, aun no se qué es. En fin, no entiendo como alguien puede ser tan hipócritamente falso como para entrar en un papel que te haga creer una vaina que no se le acerca en un pito a la realidad. Qué duro ¿cierto? Me arrecha, me impresiona, me deja sin palabras y sin ganas de nada, la forma como sencillamente la gente finge, ¿cómo lo hacen? De verdad quiero aprehender a hacerlo, se aceptan sugerencias. ¿Mi error? Si, no soy perfecto, y si, fue uno honesto, no soy una víctima, soy la consecuencia inevitable a todo este peo. Ahora, ¿cómo lo sé? Cuando uno siente algo, esto sencillamente no se desvanece, por el contrario: prevalece. Tanta paja que hablabas de esto y aquello y resultaste igual o peor, perdona si me equivoco pero me apoyo en lo que veo, en lo que pienso, en lo que sé, en lo que eres, en lo que me hiciste hacer, en lo hechos pues, en lo superficial, lo que de verdad vale. Lo cierto; no existe ningún grado superlativo de profundidad interior ni nada de esa mierda, los sentimientos y vainas profundas como esas sencillamente no existen, son sólo reacciones ante una acción, no más no menos; es decir, es NADA, es algo que no es. Es decir, todo. Una deducción lógica, y es mía, así que no tienes el puto derecho de venir a decirme que es mentira, porque es mi verdad, una verdad, ergo, la verdad, definitivamente es todo a lo que se reduce el pensamiento racional, lógico y supuestamente profundo, a través de eso mismo llegas a la conclusión que todo el mundo sabe pero no quiera aceptar y lo disfraza poniéndole nombres a las cosas, fuck, qué mala costumbre, es nada, ¿para qué carajo meterse en algo que no es nada? ¿Para qué seguir? Exacto, las metas ya no lo son, definitivamente sólo vivo, pienso porque es inevitable, por esto existo y me ladilla. What the hell, soy así… no sé… que falsedad, que hipócrita, que… nada.
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